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Historia de la Provincia

HISTORIA

 

Presencia de los Incas en la zona del Napo.

Los cronistas españoles e historiadores identifican al menos dos grandes grupos humanos que habitaron la actual provincia de Napo, los Omaguas y los Quijos. En el caso de los primeros, parece ser que antes del encuentro con los españoles, los Omaguas ya habían tenido al menos un contacto con el Inca Huayna Cápac. Toribio de Ortigueira obtiene esta información a través de Isabel Guachi, quien estuvo en la expedición del Inca, dando la siguiente descripción: “eran de buena disposición, bien ajustados, vestidos de manta y camisas del algodón pintadas de pincel y de diferentes pinturas”. En el caso de los Quijos, era evidente que su contacto con los pueblos de la sierra interandina era muy fluido al igual que con los Incas.

Autores mencionan que la zona de Papallacta era un centro de sanación y paso obligado para ingresar a tierras bajas. Igualmente se menciona que los Incas destinaron funcionarios de su administración para que establezcan mecanismo de gobierno con los habitantes de las tierras cálidas. Gutiérrez Marín en su libro Quijos (2009) menciona que la zona de Quijos o “Hatunquixos” era conocida por estar ubicada al otro lado del gran río, y de la cual se podía aprovisionar de canela, oro, entre otros productos.

En el mismo estudio se menciona a Pablo Ospina quien manifiesta que el territorio Quijo se encontraba situado al Norte con el río Aguarico, al Sur con el Napo, al Este el territorio Omagua, entre los ríos Coca y Napo, sobre todo hacia la cordillera, en la llamada anticlinal del Napo.

Las diferencias culturales con los pueblos del Napo y lo inhóspito del terreno para los habitantes andinos, no permitieron a los Incas desarrollar un sistema ordenado de sometimiento, tampoco la instalación de infraestructura permanente como fortalezas o ciudades; solamente un enlace de contactos y de intercambio comercial.

 

La Conquista Española.

 

El mito del Dorado empujó a los españoles a conquistar el “país de la canela”. Las crónicas mencionan que el mismo Atahuallpa en su cautiverio, mencionó y mostró a los españoles la existencia del “Ishpingo” y el oro, el cual podía ser encontrado en las selvas amazónicas. Ambos productos eran de importancia comercial y despertaron la codicia de los conquistadores. La primera expedición a la Amazonía la realizó el capitán Gonzalo Díaz de Pineda, en 1539. Penetró por Baños en busca del país de la canela, llegando hasta Sumaco, donde hallaría la “riqueza morena y odorante” del ishpingo, y fundando también la ciudad de Sevilla del Oro. Pese a esto, los resultados de la expedición de Díaz de Pineda no tuvieron mayor trascendencia desde el punto de vista del encuentro de bosques de canelo o de grandes cantidades de oro, pero se obtuvo el primer conocimiento geográfico de este territorio hasta entonces inexplorado.

Francisco Pizarro nombró como Gobernador de Quito a su hermano Gonzalo, tomando éste posesión del cargo el 10 de diciembre de 1540 ante el cabildo de la ciudad de San Francisco. De inmediato empezaron los preparativos de una gran expedición en busca de aquellos lugares ricos y fabulosos, situados según se creía en la provincia de los Quijos, como se denominaba a la región situada al Este de Quito, al otro lado de la Cordillera Central. Estaba compuesta por 340 soldados, 4.000 indígenas, 150 caballos, un rebaño de llamas, 4.000 cerdos, 900 perros e innumerables provisiones, saliendo la expedición en los primeros días de marzo de 1541.

Para la época no se tiene registros de asentamientos humanos permanentes y consolidados en la parte alta del río Napo (actual provincia de Napo), parecería ser que los pobladores mantenían un sistema de “muntun” con lo cual sus poblados eran dispersos y no permanentes. Sin embargo, los Omaguas tendrían un patrón de poblamiento diferente, vivían en comunidades concentradas, relativamente nucleadas de 30 a 40 viviendas de familias extensas, oscilando el número de pobladores entre 300 a 700 personas. Palacio en su estudio denominado “Los Omaguas en el Río Napo Ecuatoriano” menciona que “construían sus viviendas en forma de hilera junto a los ríos, y las mismas ocupaban gran espacio y eran numerosas”. Fray Gaspar de Carvajal (Trujillo de Extremadura 1504 – Lima 1584) cronista español que acompaño a Orellana en la exploración del río Amazonas desde fines de diciembre de 1541, en su obra Descubrimiento del Río de las Amazonas, respecto a los poblados asentados en las riberas del río Napo, menciona que estaban relativamente cercanos unos de otros, formando provincias, al frente de los cuales había un Jefe “Señor”; afirmación que la hace haciendo referencia a la llegada a la Aparia Menor: “El Señor vino muy lúcido… en visitas sucesivas llegaron a venir hasta tres caciques de la tierra (de los trece que eran)”. El mismo autor indica lo siguiente: “vinimos por las poblaciones de aquel señorío de Aparia, las cuales duraron más de 80 leguas (…) nos vimos en medio de muchas y muy grandes poblaciones”. Durante la conquista española se fundaron las siguientes ciudades:

El Capitán Gil Ramírez Dávalos funda la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Baeza del Espíritu Santo de la Nueva Andalucía el 14 de mayo de 1559. A finales del mismo año Rodrigo Núñez de Bonilla funda por segunda vez Baeza, con el nombre de Muy Noble y Muy Leal Ciudad De Baeza del Espíritu de la Nueva Andalucía de Nuestra Señora de Nieva, cerca de Condijua. La tercera fundación la realiza Fermín Inca, indígena oriundo de Tumbaco, cerca de donde estaba situada la segunda ciudad fundada. La cuarta y última fundación se da 1925 por parte del Padre Pedro Sabio, en lo que actualmente se conoce con el nombre de Barrio “Baeza Colonial”.

Archidona, fundada el 21 de abril de 1560 por el capitán Bartolomé Marín a orillas del río Misahuallí, en un punto llamado antiguamente Algodonales. Debe su nombre a su fundador, quiera era procedente de la Archidona de España. Su significado toponímico es motivo de varias interpretaciones, entre las más importantes: 1) ARCHI que significa abundante, y DONA que significa dones; es decir, ciudad abundancia en dones; 2) Según J. H. Xavarino, el nombre actual procedería de la expresión  prerromana arri-exi-dun-a, que significa “la que tiene cerco de piedra”. También se ha apuntado a un origen latino, de la expresión Arx Domina o Arcis Domina, que significa “señora de las alturas”, pero no se han encontrado pruebas que lo constaten.

Ávila, fundada por Andrés Contero, Teniente del Gobernador Melchor Vázquez de Ávila, ubicándola a orillas del río Suno, el 10 de marzo de 1563. Debe su nombre al poblado de Ávila una ciudad española situada en la comunidad autónoma de Castilla y León, capital de la provincia homónima. En España el nombre de la ciudad tiene su origen en los pueblos y tribus que han habitado durante milenios la provincia. Los primeros fueron los vetones, que la llamaron Óbila (monte alto). Más tarde la poblaron los romanos, dándole el nombre de Abila o Abela. Los romanos dejaron también su huella en la ciudad, que consistía por entonces en el actual casco viejo, la parte rodeada por las murallas, puentes, calzadas, mosaicos o la plaza del Mercado Grande, o el Grande, son parte de los restos romanos que pueden contemplarse en la actualidad. 

Alcalá del Río Dorado, es fundada el 14 de agosto de 1563 por el mismo Andrés Contero, en la cabecera del río Aguarico. También es conocida como Alcalá de los Quijos y San Pedro de Alcalá del Río Dorado. Nacía allí el río Aguarico, llamado Río de Oro, estableciéndose en este lugar reales de minas. En esta fundación estuvieron presente Bartolomé Marín, vecino de Archidona y eficaz colaborador de Contero y el capitán José Villanueva y Maldonado que, en su información de méritos y servicios menciona, entre otros descubrimientos y fundaciones, la de Alcalá del Río. Pablo Durango Delgadillo fue uno de los pobladores de Alcalá del Río Dorado. Actualmente no existe.

San Pedro de Cofanes, fundada por el Padre Jesuita Rafael Ferrer en 1602, justamente asentada en Territorio Cofán.

El fundador y fecha de fundación de la ciudad San Juan de los dos ríos de Tena ha sido motivo de discusión y polémica, sin sustento se menciona que la fundó Gil Ramírez Dávalos el 15 de noviembre de 1560. Sin embargo no existe sustento histórico para tal afirmación. Existen varias hipótesis entre las más importantes:

1) Se entregó a un Español colono de Archidona de Apellido Tena o que era originario del Valle del Tena en España mediante encomienda la zona de la actual ciudad de Tena;

2) Un español tomó el nombre de Tena en honor o relación al poblado de Tena, ubicado en Cundinamarca, Colombia y fundada el 15 de octubre de 1548, el escribano mayor del nuevo reino de granada, Juan Florez de Ocariz, hizo entrega de las tierras de Tena y las comunidades indígenas de la jurisdicción pasaron a manos de Antón de Olalla, de quien las heredo su hija Jerónima, casada con Francisco Maldonado de Mendoza, caballero del habito de Santiago, vecino de la ciudad de Santa Fe. Revisando el mapa publicado por el Padre Samuel Fritz en 1707 denominado “El Gran río Marañon o Amazonas” se puede verificar que se incorporan a más de Quito, hacia el sur – este los poblados de Baeza, Archidona y Napo, entre otros que servía de base para desplazamientos de los Jesuitas, no está Tena. En 1740 el Padre Jesuita Juan Magnin publica su carta geográfica de las Misiones de Sucumbíos, Mainas y Marañon, incluye un punto con una cruz denominándolo Tena en la categoría de “pueblos de misiones” a Napo junto al rio del mismo nombre como “pueblos y aldeas” y Archidona como “ciudad”. En 1750 Pedro Vicente Maldonado presenta el Mapa de la Provincia de Quito y sus Adyacentes en la cual se incluye a Tena y a Napo como Puerto. En 1751 el Padre Carlos Brentan, publica el Mapa de la Provincia de la Compañía de Jesús de Quito, en la cual se incluye ya un punto denominado Tena en la confluencia de dos ríos, entre Archidona y Napo. El Padre Francisco Javier Weigel En 1769 se traza en las cárceles de Lisboa el Mapa de las Misiones de Mainas en el Marañón Español, en el cual se identifican los pueblos de Papallacta, Maspa, Baeza, Archidona, Ávila y Napo. Aún no se considera Tena.

Como se puede advertir Tena como asentamiento humano está identificado a partir de 1740, lo cual crea otro escenario diferente al periodo de los primeros asentamientos como Baeza, Archidona, Ávila, entre otros. Su fundador y fecha exacta, aun es motivo de investigación. En noviembre 29 de 1579 en el alzamiento liderado por el Casique Jumad y y los Pende Beto, Guami e Imbate, la ciudad de Ávila es destruida. Por las mismas fechas Archidona tiene igual destino. Baeza se salva gracias al auxilio de soldados liderados por Rodrigo Núñez de Bonilla (hijo) venidos desde Quito. El alzamiento termina con la aprensión de los líderes y su posterior juzgamiento y condena.

La estructura de las ciudades fundadas por los españoles en la zona del Napo seguía un patrón instaurado en Europa, y consistía en un trazado  de ciudades mediante un plano regulador en Damero, este modelo fue tomado de campamentos romanos y en groso modo consistía en el desarrollo y crecimiento de la ciudad a partir de una plaza, en cuyo perímetro se asentaban las instituciones que detentaban el poder como la iglesia, el gobierno y la milicia. A partir de esta primera estructura, se construían calles hacia el norte, sur, este y oeste y las familias en orden de importancia se colocaban lo más cerca de la Plaza.

La época Colonial. Los poblados amazónicos tuvieron poco desarrollo durante los siglos XVIII y XIX. Los avances obtenidos se debieron en gran parte a la importante presencia de misioneros (Jesuitas, Capuchinos, Dominicos), quienes establecieron “Misiones” cuyo objetivo era “llevar la palabra de Dios a los salvajes” y “ser fuente de alivio a sus terribles necesidades”. En este empeño, antiguos poblados volvieron a tener relevancia y otros fueron fundados, por ejemplo Tena, Puerto Napo y Santa Rosa. Las actividades económicas no tienen registros sólidos, sin embargo si consideramos la zona de la actual provincia de Napo y Orellana, el flujo comercial estuvo marcado por la explotación de materia prima, como el famoso hilo de pita aprovechado en Archidona, la canela (ocotea quixos) en la Gobernación de Quijos, y el oro lavado en las orillas del río Napo por kichwas (MAGNIN 1.744). La actual provincia de Napo fue uno de los sitios preferidos de dictadores para desterrar a sus enemigos políticos, de allí que toda esta zona fue vista como sitio de penurias y castigo, uno de los mitos amazónicos lo denomina “el infierno verde”. La presencia del estado fue extremadamente débil, de tal suerte que extensos territorios ubicados en las márgenes del rio Amazonas o Marañon antes perdidos a los portugueses en la época colonial no pudieron ser recuperados por la vía diplomática, y más complejo  aún por la vía militar. A ello se sumó los constantes conflictos internos por captar el poder político en la joven República, que mantenían a los gobernantes más interesados en conservar el poder, que ampliar inversiones para consolidar la presencia del país en otros sectores como el amazónico.

La República: desde finales del siglo XIX hasta mediados de la primera década del siglo XX, la zona fue ampliamente recorrida por aventureros, investigadores y comerciantes de caucho. En la explotación del Caucho, verdaderas legiones recorrieron contratando o capturando a la población nativa, para llevarles a buscar este recurso tan demanda por las potencias Europeas y de EE.UU. Cientos o quizá miles de familias fueron trasladadas a la fuerza desde la región del Alto Napo, hasta lugares que actualmente corresponden a la Amazonía peruana. El boom económico que no generó desarrollo a la región, terminó cuando las empresas automovilísticas de los EE.UU tuvieron sus propios cultivos de caucho en otros países y con el aparecimiento del caucho sintético. La época liberal. Quizá el único líder ecuatoriano que pensó en la Amazonía desde un enfoque geopolítico y su importancia para el país en el futuro, fue el General Eloy Alfaro, que propuso y empezó a construir el Tren al Curayay, importante vía desde la cual se podría océano Atlántico, con posibilidades de conectarse con Europa y la costa este de los EE.UU, ruta alternativa para acceder a los mercados europeos, pero sobre todo, implementar una estrategia de ocupación del territorio y mantener soberanía, vistas las intenciones expansionistas del vecino del sur: Perú1, sin embargo la desaparición física del general Alfaro supuso la eliminación de tan importante proyecto y la postergación de la vialidad en la Amazonía.

En el siglo XX, la Amazonía más conocida en los círculos de poder como el “oriente” cobró importancia relativa en 1941, cuando el Perú oficializó tras una breve guerra la ocupación de territorios amazónicos, legalizando esa acción con el tratado de límites firmado en Rio de Janeiro. El Gobierno ecuatoriano, enarboló a través del Presidente José María Velasco Ibarra la tesis de la “herida abierta”, desconociendo la firma del protocolo de límites y buena vecindad, e inició una guerra mediática que culminó en noviembre de 1998 cuando los presidentes Yamil Mahuad de Ecuador y Alberto Fujimori de Perú, firmaron el acuerdo de paz definitivo. Para dar sustento a su propuesta, el Presidente José María Velasco Ibarra, impulsó una política de fronteras vivas, trasladando miles de familias de la sierra central y sur, a las provincias amazónicas, generándose nuevos asentamientos humanos. Los “colonos”, desarrollaron paquetes tecnológicos aplicados para la Sierra, como es el cultivo de caña de azúcar, para producir y comercializar panela y alcohol, como también extensas zonas de pastizales, para la producción de ganado vacuno. Sin embargo esta producción por la ausencia de medios adecuados de vías, siempre estuvo a niveles de subsistencia y su impacto en la economía nacional no fue desequilibrante. Los mismos asentamientos humanos de la Amazonía estaban dispersos y limitados en su número, su densidad de población baja y muy vinculada a capitales de la región interandina.

Siglo XX e inicios de la década de los años 70, las cosas cambian dramáticamente en la amazonía, especialmente para la provincia de Napo, con el descubrimiento de importantes reservas de petróleo, ello significó la construcción de nuevas líneas de comunicación vial, como por ejemplo desde Quito hacia Baeza y Tena, como también desde Baeza hasta Lago Agrio. Igualmente se tuvo importantes ingresos de miles de familias interesadas en obtener una propiedad con relativa facilidad; la mayoría provenientes de provincias tan lejanas como Loja, y posteriormente de Guayas, Manabí y Esmeraldas. Los colonos kichuas también tienen su presencia en otras regiones amazónicas, especialmente originarios de Archidona, Tena, Pano y Tálag, y desde la región interandina se tiene grandes pobladores oriundos de las provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar y Chimborazo. El petróleo en estos años de explotación, ha llegado a generar en algunos casos hasta el 50% de los ingresos generales del país. Sobre esta riqueza maravillosa, se han creado imperios económicos, desarrollado el centro, pero también generado afectación a los recursos de la periferia, niveles de pobreza desesperante y ausencia de una planificación nacional y local. Un medio de comunicación eficaz que fue implementado para mejorar la conectividad fueron las pistas de aterrizaje, en la zona del alto Napo. Se tenía pistas de aterrizaje en Tena, Pano, y Shandia; las dos últimas operadas eficientemente por misioneros evangélicos norteamericanos. Las pistas en ano y Shandia tuvieron decadencia desde fines de los años 50. Lo contrario fue la pista de Tena muy utilizada para transporte de pasajeros y carga desde Tena a Quito y viceversa, y también para labores logísticas de las Fuerzas Armadas del Ecuador. Transportes Aéreos Orientales TAO fue la empresa que brindó servicio en la década del 60 y 70 en el Siglo XX. Posteriormente en 2004 y parte de 2005 la compañía SAEREO brindó servicio de transporte de pasajeros en la ruta Quito – Tena y viceversa. En 2001 la pista de Tena Mayor Galo de la Torre cerró oficialmente operaciones, siendo reemplazada por el Aeropuerto Jumandy ubicado en la comunidad Simón Bolívar, parroquia Ahuano, cantón Tena.

 

A partir del Gobierno del Dr. Gustavo Noboa Bejarano (22 de enero de 2000 a 15 de enero de 2003) empieza de manera sostenida la pavimentación de la vía Papallacta – Baeza, posteriormente en la Presidencia del Ing. Lucio Gutiérrez Borbúa (15 de enero de 2003 a 20 de abril de 2005) se fortaleció la política de mejoramiento vial de toda la amazonía, es así que se firmaron e iniciaron contratos para la terminación de las vías que conectan con Francisco de Orellana, Sucumbíos y Napo, igualmente con el Cuerpo de Ingenieros del Ejercito se empezó el asfaltado de vías internas que conectan Tena con Misahuallí, Tálag y Ahuano, un hecho inédito hasta ese momento. A nivel de amazonia sur, se adelantaron trabajos de pavimentación de la vía Río Pastaza – Macas.

 

 

En el periodo del Econ. Rafael Correa (15 de enero de 2007 en adelante) vías importantes como la Troncal Amazónica, Interoceánica y Narupa – Hollín – Loreto se terminaron, igualmente valiosa infraestructura aeroportuaria como el Aeropuerto Jumandy. Este mejoramiento vial permite mejorar sustancialmente la conectividad entre las provincias amazónicas, como también con las ciudades interandinas y finalmente con la costa ecuatoriana. Está aún pendiente la consolidación del proyecto intermodal Manta – Manaos. En el mismo sentido, en la Administración provincial del Dr. Sergio Chacón Padilla en 2009 inició con el asfaltado de vías internas, como la Tena – Muyuna – Atacapi, Archidona – Porotoyacu, Talag- Shandia, vía de circunvalación de Cotundo, y la entrada a la población de Sardinas, estas construidas y terminadas en el año 2011. Para 2012 y 2013 está planificado realizar un ambicioso plan de asfaltos de aproximadamente 100 kilómetros.

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